sábado, 16 de julio de 2011

Los beneficios de la Asertividad

La Asertividad se define como: "la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás. Negociando con ellos su cumplimiento". Está en el tercer vértice de un triángulo en el que los otros dos son la pasividad y la agresividad.

En la pasividad, evitamos decir o pedir lo que queremos o nos gusta y aceptamos lo que el otro quiera para no crear una situación tensa o conflicto.

En la agresividad, lo hacemos de forma tan violenta que nos descalificamos nosotros mismos e incluso perdemos credibilidad ya que nos descontrolamos y nos desviamos de nuestro punto de partida no dejando que seamos capaces de defender nuestros pensamientos con argumentos claros.

Emplear la asertividad es saber pedir, saber negarse, negociar y ser flexible para poder conseguir lo que se quiere, respetando los derechos del otro y expresando nuestros sentimientos de forma clara. La asertividad consiste también en hacer y recibir cumplidos, y en hacer y aceptar quejas.
El elemento básico de la asertividad consiste en atreverse a mostrar nuestros deseos de forma amable, franca, etc., pero el punto fundamental consiste en lanzarse y atreverse, y es que...muchas veces no nos atrevemos a expresar lo que sentimos de verdad! 
Pero si sabemos que lo estamos haciendo de forma adecuada, que nadie se puede ofender... esto debería ayudarnos a atrevernos a hacerlo. 
Es por ello que la práctica de la asertividad conduce a una reducción notable de la ansiedad. 

Por si no ha quedado claro, pongamos un ejemplo de tres reacciones ante una misma situación:

Un amigo acaba llega a cenar, pero una hora más tarde de lo que había dicho. No ha llamado para avisar que se retrasaría. Estás irritado por la tardanza. Tienes estas alternativas:
 
1.      CONDUCTA PASIVA. Saludarle como si tal cosa y decirle “Entra. La cena está en la mesa”.
2.      CONDUCTA AGRESIVA. Me has puesto muy nervioso llegando tarde. Es la última vez que te invito.
3.      CONDUCTA ASERTIVA. He estado esperando durante una hora sin saber lo que pasaba (hechos). Me has puesto nervioso e irritado (sentimientos), si otra vez te retrasas avísame (conducta concreta) harás la espera más agradable (consecuencias). 

Con la conducta pasiva, nos mordemos la lengua, nos reprimimos de nuestros sentimientos reales, y esto tiene su vuelta, porque al no haber resuelto emocionalmente la situación en el momento en el que ocurren los hechos...es posible que descarguemos el resentimiento en el futuro en esa misma persona o incluso en personas que no han tenido nada que ver en esa historia!
Con la conducta agresiva, nos basamos solo en nuestra versión, perdemos los papeles, nos convertimos en víctimas, nos cerramos a cualquier tipo de explicación (no contamos con todos los datos y actuamos desde nuestra percepción sin consultar lo que pasa en el otro lado)...
Desde la conducta asertiva, somos capaces de exponer los hechos, expresar cómo nos han hecho sentir, quedamos abiertos a intentar entender lo que ocurre del otro lado y negociamos los beneficios comunes futuros. Asi conseguimos que nuestra postura quede clara y nos hacemos respetar respetando al otro.

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